La poderosa comida marina de Mares Mar me salvó el día
Con esto del Boom Gastronómico en el Perú, es muy fácil encontrar un restaurante en la ciudad. Están en los mercados, avenidas, centros comerciales o hasta en las esquinas más insólitas. Sin embargo, a veces, la oferta es tan que es difícil decidir. Sobre todo si estás en la avenida Rosa Toro de San Luis, ya es hora de almorzar y no quieres comerte el tráfico de la ciudad sin antes haber saciado tu hambre. En una sola cuadra te pueden embargar serias dudas por tener que decidir entre 4 cevicherías, 5 chifas, 3 snacks y la mal llamada “Tía veneno” que más bien te ha salvado en los momentos de mayor ajuste y no mientas. Ahora, ¿te ha pasado que luego de todo terminas muy decepcionado de tu elección?
Yo sí y prefiero ir a lo seguro. Buscar en mi celular algo recomendable por la zona. Así es como llegué a Mares Mar. Adivinaste, se trata de un nuevo espacio de comida marina en el que la Chita frita se levanta con el rol protagónico. Es tan popular que al llegar salía la familia que había gozado de la última preparación del día. ¿Será por eso que todos parecían tan felices? Lo confirmaré en una segunda visita. Por lo pronto, en esta primera incursión salí hecho un devoto gracias a su Arroz con mariscos, ligeramente bañado en salsa marisquera por un lado y manteniendo la consistencia de sus granos por el otro, llega a tu mesa adornado con julianas de pimiento y ají amarillo, además de un broche de perejil para otorgar elegancia y color. Las texturas del arroz y los mariscos contrastan y se revelan jugosas en tu paladar. ¡Fue exquisito! Miren nomás su presentación:
José Luis Flores es el chef y dueño de Mares Mar, no se considera un empresario sino un apasionado de la comida marina. Surfeó las olas de la playa San Bartolo durante 14 años y ahí también nació su amor por el mar y la pesca. Se relacionó con las técnicas caseras y tradicionales para elaborar los platos del día hasta que optó por especializarse en Gastronomía. Es un hombre sencillo, de una jovialidad sincera y soñador. Antes de abrir este local, trabajó durante años en restaurantes como Francesco y Caplina. Esos días le otorgaron la pericia suficiente para relacionarse con los sabores de diversas cocinas, como la italiana. Hace 3 años abrió su primer local en San Juan de Miraflores y demostró su fortaleza emocional: durante los primeros meses trabajó solo en su barra cevichera. Abría, solo; preparaba la comida, solo; atendía y servía, solo; cerraba, solo. Ahora tiene un equipo de colaboradores en ambos locales y confiesa que se siente bien trabajando con ellos. Esto lo supe porque el amigo con el que estaba conocía a José Luis por un negocio pasado y fue muy amable durante la charla. Hasta se animó a prepararnos el clásico Ceviche en mesa.
Y fue preciso para refrescar el día, el sabor de la cojinova calzó perfecto con cada elemento del plato. Pero este era la entrada de mi amigo, yo pedí un Anticucho de pez espada, de carne suave y llevado sobre unas entusiastas papitas coctel en una capa cremosa elaborada con bechamel y pasta de ají. Luego llegó el Arroz con mariscos y ya les conté que me rendí. Me sentí nuevamente en las playas de Colán o Pimentel, primera línea de playa, sentía hasta la brisa del mar. Pero no. Estaba exactamente a 1060 Kms. de ese paisaje sereno. Es fascinante el poder evocativo de la comida, la manera cómo te transporta a un momento cotidiano y especial.
El Restaurante Mares Mar es un lugar adecuado para venir con los amigos, entregarse a sus sabores, disfrutar de sus bebidas como el Sour de Maracuyá o de Granada y si vas con los chicos, la limonada heladita es una buena opción. Veo que el Almuerzo Marino Completo tiene un precio especial reservando por Atrápalo y como comenté, volveré. Quiero probar todos sus platos.
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