Escapando de la niebla limeña: mis días de playa en Zorritos y Vichayito

Sandra Basurco es una joven limeña audaz y aventurera. El placer por descubrir el mundo a su manera la ha lanzado a destinos increíbles. Es en uno de ellos donde decidió retratar su felicidad en una foto que meses después la llevó a ser la ganadora de nuestro concurso #QuieroSerBlogger; y ahora comienza un nuevo viaje que te lo cuenta aquí:

Siempre he tenido una conexión con la playa. Por eso, no dudé en comenzar la primera parte del año escapándome del estrés y la cotidianeidad de Lima para irme unos días al norte del país. Cuando por fin decidí mis destinos, revisé la oferta de vuelos hacia Tumbes. Luego de ello, sólo tenía dos metas claras que quería cumplir: desconectarme de todo; y admirarme una vez más de las maravillas que tiene el Perú. Las playas de Zorritos y Vichayito cumplieron, hasta podría decir que sobrepasaron mis expectativas, porque no sólo me brindaron lo que quería sino muchísimo más.

Zorritos

Puedo decir que mi playa favorita dentro del Perú es Zorritos. Conozco varias del norte, pero si lo que buscas es un ambiente tranquilo, un mar de aguas tibias, comida muy pero muy rica y un atardecer de ensueño este es el lugar.

El balneario de Zorritos se encuentra en la costa norte del Perú en el departamento de Tumbes. Desde Piura son aproximadamente 3 horas de camino que se pasan volando si lo recorres con buena música y una buena compañía. Sus playas son muy tranquilas y cálidas. La arena es de color dorada y fina. Una playa perfecta si lo que buscas es conectarte con un lugar plácido y en el que puedas respirar aire puro.

Desde el primer momento que pise Zorritos me enamoré. Me dio todo lo que tanto buscaba al escaparme de Lima. Mis tres días aquí los pase descansando a más no poder, alejada del ruido y del bullicio que lamentablemente abunda en Lima. Zorritos pudo darme ese silencio que puede traducirse en paz interior y en las ganas que tenía de encontrarme conmigo misma, justamente lo que necesitaba.

Vichayito

Mis últimos dos días en el norte los viví en Vichayito, ya que no quería hacer un viaje tan largo desde Zorritos a Piura para tomar mi vuelo a Lima. Y creo que no pude decidirlo mejor.

Esos dos días los disfruté desde el primer segundo y por eso te lo recomiendo. A diferencia de Zorritos, el mar de Vichayito es un poco más frío pero eso no impide que abunden las actividades acuáticas como el surf. Y como no tengo ninguna habilidad para ese deporte, empecé a disfrutar de mi corta estadía en el Paddle, uno de mis hobbies favoritos, que consiste en deslizarte por la superficie marina con la ayuda de un  remo y de pie sobre una tabla de surf. Sin mentirles, me quedé dentro del mar durante dos horas, maravillada por lo grandioso de las aguas de esta playa.

En el hotel me habían recomendado ir a comer a un restaurante llamado »La Bajadita», el cual es muy conocido por sus postres. Tenía que ir. Es por ello que en la noche, decidí ir a endulzar con un cheesecake de brownie que es el mejor que he comido en mi vida. Recomendadísimo.

Vichayito, al igual que Zorritos, no tiene mucho movimiento debido a que su zona hotelera cuenta con salida directa a la playa. Sin embargo, está muy cerca de Máncora, donde si puedes encontrar movimiento: fiestas, restaurantes, locales donde venden artesanías y ropa tejida a mano, entre muchas otras cosas.

Ambos lugares me otorgaron lo que estaba buscando. Al subirme al avión de regreso a Lima, solo quería estar en un sueño del que no quería levantarme. Pero la vida es otra. Tenía que volver a la realidad y para así poder planear nuevos lugares a escapar de la rutina. Así que en esas estoy…

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