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Ruta Gastronómica Cusco: Limo, cocina nikkei en los andes

28.11.2017

He vuelto a mi ciudad favorita: Cusco, la antigua capital del Imperio Inca; que siempre me recibe con su magia; y esta vez lo hice para realizar una ruta gastronómica por sus restaurantes más importantes, descubrir nuevos sabores, vivir nuevas experiencias y sobre todo, disfrutar de lo mejor que ofrece la ciudad, porque ¡A barriga llena, corazón contento! Y la primera parada fue el Restaurante LIMO, ubicado frente a la Plaza de Armas de la ciudad, su especialidad es la cocina nikkei y como iba por primera vez, tenía mucha expectativa por probar cosas nuevas.

Tenía una reserva a través de Atrápalo para dos personas y fui junto a mi hermano. Llegamos a la hora y no hubo problema en hacerlo gracias a la excelente ubicación. El local se encuentra en un segundo piso, al ingresar nos encontramos con un pequeño pero llamativo patio que nos daba la bienvenida. Subimos por escaleras empedradas y aunque por la altura cuesta un poco, eso no nos detuvo.

Vista de la Plaza de Armas de Cusco desde Restaurante Limo - Najid Soto

Entramos al restaurante, que no es tan grande pero aprovecha bien esa característica para otorgar un cálido ambiente. Nos recibieron amablemente con una sonrisa, posteriormente nos guiaron hacia nuestra mesa, la cual estaba ubicada en el balcón del restaurante. Desde allí se tiene una alucinante vista de toda la Plaza de Armas. Definitivamente no se podía pedir una mejor vista que esa. La decoración del local es sutil y tiene un bar enorme, pero sin duda el balcón era el lugar ideal para esa tarde.

El mozo y nos dio la bienvenida una vez más, nos ofrece una pequeña reseña del restaurante y nos entrega la carta. Debo admitir que al tener que elegir los platos tuve que usar la conexión a Internet, porque no reconocía muchos de sus platos. Aun así hice una buena elección. Para comenzar nos dieron una pequeña cortesía, la cual debo admitir estuvo muy buena.

Cortesía Restaurante Limo - Najid Soto

Llegó la hora de comer y ya con los pedidos hechos llegaban los primeros platos. La primera orden consistió en Nigiris de Salmón especial y Makis Acevichados. Los últimos ya eran viejos conocidos, por lo cual no me sorprendí mucho. Sin embargo los otros si eran algo nuevo para mí. Debo admitir que al ver la presentación de los Nigiris no quise ni comerlos ¡Eran demasiado bonitos! Solo daban ganas de contemplarlos, pero el hambre pudo más y desaparecieron en segundos.

Como un consejo personal y para que no cometan mi error, la hojita verde que acompaña al plato y parece una pasta es wasabi. Si se lo comen como yo lo hice van a terminar llorando. ¡Pica como los mil demonios, ten cuidado!

Nigiri de Salmón Especial - Najid Soto

La segunda parte sería mejor que la primera, ahora tocaba el turno de probar la Trucha Ollmushi y el Shogayaki de Cerdo. Fueron dos sabores totalmente nuevos, uno tan bueno como el otro. ¡No podía creer lo bueno que estaban los platos! El primero viene acompañado de un puré con wasabi y la trucha ni qué decir, ¡estaba buenísima! El Shogayaki sorprendía por su presentación, era muy llamativo y ni hablar del sabor. ¡Uff! Como dijo mi hermano: un plato digno de los dioses.

Trucha Ollmushi - Najid Soto

La etapa final llegaría con los postres, estos fueron una Crema Volteada de Quinua y Cacao Peruano. El primero, claro está, era la típica crema volteada sólo que esta vez tenía como ingrediente principal a la quinua. Muy buena la verdad. Ni hablar del segundo postre, que se presentaba como una especie de brownies para chuparse los dedos. No puedo finalizar sin antes mencionar las bebidas que fueron dos Kokonattsu, algo fuertes pero precisos para hacer un brindis de bienvenida en la mejor ciudad del mundo.

Postres Restaurante Limo - Najid Soto

Puedo decir que la experiencia estuvo acorde a lo que esperaba, superando mis expectativas y dejándome esas ganas de querer volver en el futuro. Hay mucho por agradecer, desde la atención, la comida, todo… ¡No cabe duda que esta ruta comenzaba con el pie derecho y que prometía!. Ahora tocaba prepararnos para la siguiente aventura, pero esa, ya es otra historia.

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