Ruta Gastronómica Cusco: Pachapapa, el sabor de la tradición cusqueña

Comenzaba mi segundo día en la mágica ciudad del Cusco. Un poco tarde porque ya era casi mediodía cuando salí de la cama pero comenzaba. Había tenido una larga noche así que desperté con muchas ganas de visitar el segundo restaurante de esta ruta gastronómica y también con mucha hambre. Esta vez tocaba ir hasta el barrio de San Blas, ubicado a pocos minutos y caminando cuesta arriba desde la Plaza de Armas. Es muy conocido por ser un barrio de artesanos, por su historia, por sus buenos restaurantes y es precisamente por eso por lo que iríamos hasta allá.

En esta oportunidad nos tocaba visitar el restaurante Pachapapa, ubicado en una vieja casona frente a la hermosa plaza e iglesia de San Blas. El local tiene un encantador patio que llama la atención principalmente por su horno artesanal y la música en vivo. También hay ambientes interiores en los que puedes almorzar si no deseas hacerlo al aire libre.

Nuevamente tenía una reserva para dos personas a través de Atrápalo y otra vez iría acompañado de mi hermano. Al llegar nos ubicaron amablemente muy cerca del músico que tocaba las dulces cuerdas de un arpa y frente al horno artesanal en el que se elaboran gran parte de sus platos. Nos atendió un chico muy buena onda, en todo momento estuvo atento a cualquier solicitud.

Toman nuestras órdenes y lo primero que nos ofrecen son unos deliciosos y recién horneados pancitos artesanales, perfectos para abrir el apetito. Traen también nuestras bebidas, una de ellas con pisco y hierbas, una limonada y una refrescante Chicha de Jora. Debo indicar que hay ciertos platos que debes ordenar con anticipación, como el Cuy Horneado. Al ver su impresionante presentación pensé entristecido: ¡Uff, de lo que me perdí!

En fin, para comenzar la experiencia vendrían las entradas, una era el famoso y grandioso Chicharrón de Cerdo muy típico de Cusco, uno de los platos obligatorios que se tienen que probar en esta ciudad. Además, ¿quién no ama el chicharrón? El segundo era para recuperar las fuerzas perdidas la noche anterior, el típico Chairo Cusqueño, una sopa a base cordero y cereales andinos. Ambos, riquísimos.

Ahora tocaba el turno de los fondos, en esta segunda parte ordenamos Lechoncito y Malaya (ambos cocinados al horno). Debo decir que estos manjares cusqueños estuvieron buenazos. Las carnes estaban suaves y se deshacían en la boca, la guarnición del lechoncito era una ensalada de moraya que poseía un sabor totalmente nuevo para mí y combinaba perfecto con el plato. Y la malaya, venía acompañada de un Quinoto que estaba: ¡Ya no ya! Soy fan del Quinoto, así que quede más que satisfecho.

Y con nuestro tercer momento gastronómico llegaba la lluvia con granizo. Fue toda una experiencia almorzar bajo el potente sonido de los truenos y la lluvia que caía sobre el tejado. Por suerte no había problema con ello porque el espacio estaba bien protegido, así que continuamos disfrutando de los postres. Estos fueron una Torta Tres Leches que venía acompañada con un granizado de fresa que combinaba a la perfección y Galletas de Quinua con Manjar de Quinua y Kiwicha que también estaban acompañadas con un granizado y aguaymantos.

Debo decir que la experiencia aquí superó mis expectativas y fue una de mis favoritas porque desde la atención te sumerges en un ambiente acogedor, por la música en vivo, por sus espacios y principalmente por su comida. El Restaurante Pachapapa es un lugar donde podrás encontrar lo más rico de la cocina tradicional del Cusco, uno que mantiene intacto las recetas que vienen de casa pero que también busca innovar sin perder sus raíces. ¡Gracias Pachapapa, volveré algún día y esta vez por ese Cuy Horneado!

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