A prueba de caídas: Star Ice

Me preguntaba cuál sería la mejor forma de pasar rápido un lunes, un inicio de semana que traería muchas actividades por realizar. Y aunque el cine y el teatro son dos de los lugares a donde más me gusta ir, esta vez quería algo diferente. Busqué opciones y opté por llamar a unos amigos a recordar un poco nuestra niñez y pasar una noche entretenida, donde podamos reír, compartir y probar algo nuevo.

Es así que me animé a deslizarme –o al menos intentarlo- sobre hielo en la pista de patinaje de Star Ice, un lugar innovador en el centro comercial más concurrido del distrito de Chorrillos, que está dando que hablar puesto que no encontraremos otro así en Lima. Dejamos el estrés a un lado y aunque lo único que no queríamos era que se burlen de nosotros ya que no patinábamos desde los 10 años, al final dejamos atrás la vergüenza y sólo pensamos en pasarla bien, juntos iba a ser más divertido.

Llegamos al lugar y cada uno se armó de valentía, entre risas y nervios cada uno pidió los patines de su talla, además de un casco protector por si resbalábamos un poquitito, que era lo más probable L Menos mal, Star Ice te da la opción de deslizarte con una especie de andadores (?), que por cierto eran de dibujitos divertidos porque saben que algunos necesitaremos de eso para poder avanzar tan sólo un paso.

¡Empezó la aventura! Salimos a la pista con la dignidad muy en alto, en fila india, agarrados de la mano y más unidos que nunca. El fin era: no caer. Y aunque demoramos un poco en avanzar, logramos hacerlo al menos un poco y con nuestro andador de ayudadita (gracias Star Ice).

Una pista de patinaje y nosotros, cuatro personajes perdidos sin saber cómo empezar. Otras chicas a nuestro lado se sentían totalmente identificadas con nosotros ¿Cómo iniciamos? Y es que es muy difícil para aquellos que no son profesionales. Pero para ello, Star Ice te ofrece la posibilidad de tener un instructor que te asesore durante tu visita. Fue cuando él ingresó a la pista, sin ayudadita ni apoyo moral, y lo primero que hizo fue dar una vuelta al deslizarse sin problemas, totalmente libre y relajado #LetItGo

Todos mirándolo y envidiándolo, intentando aprender al menos un movimiento para lograrlo. Al final, conseguimos dar unos largos pasos. Pero quien se llevó el premio fue mi compañerito Antony, con un gran y deslizante final: ¡al piso! Un momento que todos anhelábamos. Así como esperábamos encontrar un lugar diferente, para hacer algo único en la ciudad. Totalmente recomendable para pasar un rato entretenido. Sólo es cuestión de animarse para olvidar los roches y deslizar toda tu energía.

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